El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) y el Trastorno del Espectro Autista (TEA) son dos condiciones del desarrollo que afectan a los niños, pero tienen características, causas y tratamientos diferentes. Aquí se describen las principales diferencias entre ambos:
Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)
- Definición: El TEL es una condición en la que el desarrollo del lenguaje del niño es significativamente más lento y/o anómalo en comparación con sus pares, sin que haya una causa evidente como problemas de audición, condiciones neurológicas, ni discapacidad intelectual.
- Síntomas principales:
- Retraso en el desarrollo del lenguaje hablado.
- Dificultades para comprender y/o producir el lenguaje.
- Problemas con la gramática y la sintaxis.
- Vocabulário limitado.
- Problemas con la pronunciación.
- Áreas afectadas: Principalmente el lenguaje, tanto en la comprensión como en la expresión.
- Interacción social: Los niños con TEL pueden tener habilidades sociales adecuadas y suelen querer interactuar con otros, aunque sus dificultades de lenguaje pueden afectar su capacidad para comunicarse eficazmente.
- Causa: La causa exacta del TEL no se conoce, pero se considera que factores genéticos pueden jugar un papel importante.
- Diagnóstico: Se realiza mediante una evaluación exhaustiva del lenguaje y el desarrollo cognitivo por parte de logopedas y otros especialistas.
Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Definición: El TEA es un grupo de trastornos del desarrollo neurológico caracterizados por dificultades en la interacción social, la comunicación (tanto verbal como no verbal) y la presencia de comportamientos, intereses y actividades restringidos y repetitivos.
- Síntomas principales:
- Dificultades significativas en la comunicación social.
- Intereses restringidos y comportamientos repetitivos.
- Problemas con la reciprocidad social y emocional.
- Respuestas atípicas a estímulos sensoriales.
- Áreas afectadas: Múltiples áreas, incluyendo la interacción social, la comunicación y los patrones de comportamiento.
- Interacción social: Los niños con TEA suelen tener problemas para interactuar socialmente, pueden mostrar poco interés en las interacciones sociales o pueden no entender las normas sociales implícitas.
- Causa: La causa exacta del TEA no se conoce, pero se considera que una combinación de factores genéticos y ambientales contribuye a su desarrollo.
- Diagnóstico: Se realiza mediante una evaluación completa que puede incluir observaciones, entrevistas y pruebas estandarizadas llevadas a cabo por un equipo multidisciplinario que a menudo incluye pediatras, psicólogos y neurólogos.
Diferencias clave
- Área principal de dificultad: En el TEL, la principal dificultad se encuentra en el lenguaje, mientras que en el TEA, las dificultades se extienden a la interacción social, la comunicación en general y los comportamientos repetitivos.
- Interacción social: Los niños con TEL suelen tener habilidades sociales adecuadas, mientras que los niños con TEA tienen dificultades significativas en la interacción social.
- Comportamientos repetitivos: Este es un rasgo característico del TEA y no del TEL.
- Respuesta a la intervención: Los niños con TEL suelen mejorar significativamente con la terapia del lenguaje, mientras que los niños con TEA pueden necesitar un enfoque más amplio que incluya terapias conductuales, educativas y del lenguaje.
Estas diferencias son importantes para el diagnóstico y el tratamiento adecuados, y ambos trastornos requieren enfoques terapéuticos específicos para abordar las necesidades individuales de cada niño.