Su objetivo principal es servir de recurso al colectivo de personas con CEA/TEA (Condición/Trastorno del Espectro del Autismo) para la educación y prevención de la violencia sexual[1] en todos los ámbitos vitales (escolar, familiar, social terapéutico, etc.).

 

Aunado a lo anterior se pueden suscribir también como objetivos relacionados los siguientes:

  • Sensibilizar sobre los efectos de la violencia sexual en el ámbito escolar, familiar, social, etc.
  • Concienciar sobre la necesidad de una educación emocional/sexual, respetuosa y solidaria.
  • Enseñar a detectar posibles casos de acoso/abuso sexual en el aula y ofrecer estrategias de intervención.
  • Concienciar sobre los efectos del acoso escolar o “bullying” e informar sobre las consecuencias personales, sociales y educativas que este fenómeno comporta.

Facilitar el proceso de integración de los alumnos y alumnas más vulnerables, crear un referente (tutor/a) para favorecer la autoestima y disminuir la inseguridad que provocan los espacios y las situaciones desconocidas

[1] Haracopos (1988) apunta la necesidad de proteger a las personas con CEA/TEA, ya que pueden convertirse en víctimas de explotación sexual. Por otro lado, hay que ir con cuidado para no limitar sus oportunidades de relacionarse con otras personas. Haracopos argumenta que el esfuerzo en el tratamiento se ha de centrar en enseñar a los jóvenes la conducta que favorece su capacidad para establecer relaciones en general y no solo las de tipo sexual.