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Musicoterapia en personas con TEA

Historia

Origen
La musicoterapia tiene su origen en los ritos mágicos de la prehistoria, puesto que en estos la utilización del golpeteo rítmico de objetos servía como medio para la actuación mística. Más tarde los antiguos egipcios pensaron en la música como agente curativo, que podía calmar la mente y purificar el alma, para ellos este arte proveniente del dios Thot y podía incluso ser favorable a la fertilidad de la mujer.
Los hebreos por su parte usaron la música para tratar problemas mentales y escribieron uno de los primeros relatos conocidos cerca de la musicoterapia.

Desarrollo
En Grecia surgieron los primeros fundamentos científicos de la musicoterapia, Pitágoras hablaba de la relación entre la música, los astros y la forma como se reflejaban en las matemáticas, además de la utilización de un instrumento, el monocordio, para producir notas puras. Platón, creía en el carácter divino de la música y su importancia en la educación. Aristóteles relaciono profundamente la música con las emociones y creo la teoría del Ethos donde hablaba del efecto de ritmo, armonía y melodía, a nivel biológico.


En la edad media se siguió discutiendo el uso educativo de la música, diferenciando música culta y popular, se dijo también que la música calmaba las pasiones.

En el renacimiento Johannes Tinctoris publico el “Efectum Musicae” un estudio acerca de la musicoterapia, en España se publico “música practica” por Bartolomé Ramos de Pareja.


En le periodo barroco la “teoría de los afectos” retoma la teoría del Ethos, surgen también composiciones musicales que se remiten a esa teoría.
En el siglo XVIII se empiezan a estudiar más científicamente los efectos de la música; Richard Brown, publica la “medicina musical” donde estudia la relación de la música con algunas enfermedades respiratorias.


En le siglo XIX Hector Chonet publica “la influencia de la música en la salud y la vida” donde estudia el uso de la música en el tratamiento y prevención de ciertas enfermedades, Esquirol y Tissot analizan también el efecto benéfico de la música en diferentes dolencias a excepción de la epilepsia donde no se recomienda.

Actualidad
Se empieza a aplicar en hospitales a partir de la primera guerra mundial, Emille Jacques Dalcroze habla de los ritmos musical y corporal y de la forma cómo interactúan, Carl Orrf  habla de la música y su papel en la creatividad y las relaciones sociales.


En 1950 se crea la “National Association for Music Therapy”  en Estados Unidos y más tarde la “British Society for Music Therapy” que es liderada por Juliette Alvin. La musicoterapia comienza a considerarse una rama de la medicina alternativa y se publica numerosa bibliografía al respecto.

Definición actual

En 1996, la Federación Mundial de Musicoterapia (WFMT) definía la musicoterapia como el “uso de la música y/o de sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía, armonía) realizada por un musicoterapeuta especializado con un paciente o grupo, en un proceso diseñado para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, con el fin de cambiar y satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas”.

Así pues, la musicoterapia ha sido utilizada en los últimos años como una herramienta terapéutica que ha permitido establecer una nueva forma de interrelación entre el paciente y el terapeuta, especialmente en casos de niños con trastorno del espectro autista.

Este hecho ha sido posible gracias a que las personas con autismo muestran una preferencia, una predisposición y una capacidad de respuesta mayor a los distintos estímulos sonoros, cuando éstos son musicales.

Por ejemplo, se ha demostrado que los niños con Trastorno del Espectro Autista muestran conductas musicales tales como:

  • Repetición de fragmentos de canciones escuchadas.
  • Reproducción de ritmo espontáneo.
  • Atracción por ciertos sonidos, timbres o fuentes sonoras.
  • Realización de movimientos espontáneos ante cierto tipo de música.

Lo que dicen las investigaciones al respecto

La repercusión de la musicoterapia en sujetos menores de edad diagnosticados de TEA, y analizando los estudios de otros autores se observa cómo la musicoterapia puede afectar positivamente en las personas con Trastorno del Espectro Autismo.

Siguiendo a Hartup (1992), podemos observar cómo un ámbito significativo para el desarrollo de las personas con TEA es el ámbito social, ya que las relaciones con los compañeros contribuyen al desarrollo cognitivo y social, de modo que las amistades deben ser vistas como una ventaja de desarrollo personal.


Podemos afirmar que la musicoterapia es una herramienta enriquecedora para la mejora de las habilidades sociales, por ello, como indican Overy y Molnar-Szakacs (2009), tras las sesiones de musicoterapia se puede observar un incremento de la intención comunicativa en los alumnos, además la musicoterapia resulta positiva en cuanto a la motivación, la capacidad de atención y el respeto de los turnos.

Afirmando que la música otorga motivación a las personas con TEA para que puedan relacionarse y expresarse con los demás (Quintín, Bhatara, Poissant, Fombonne y Levitin, 2013). Lozano, Alcaraz y Colás (2010) indican que la intervención educativa seguida de una comprensión en las emociones tiene efectos positivos en las habilidades sociales.

El apoyo familiar también juega un papel importante como factor favorecedor del desarrollo de estos sujetos (Pallisera, Fullana y Vila, 2005).

Beneficios de la Musicoterapia

Los objetivos terapéuticos que persigue la musicoterapia en niños autistas según Cora A. Leivinson son:

  • Colaborar en su proceso de conexión con el mundo que lo rodea.
  • Favorecer la relación con su familia y con otras personas.
  • Estimular un desarrollo lo más armónico posible instaurando nuevas formas de expresión de las emociones, comunicación y movimiento.
  • Desarrollar y afianzar la motricidad gruesa.
  • Conseguir un mejor desarrollo neuromotor mediante juegos funcionales.
  • Estimular de manera general y según la problemática particular, aspectos del desarrollo del menor como por ejemplo la comunicación, las destrezas para establecer relaciones sociales o el lenguaje expresivo y receptivo.
  • Estructurar adecuadamente la sensorialidad en su esquema corporal.
  • Desarrollar la agudeza de los sentidos: háptico-visual-auditivo-gustativo-olfativo.
  • Estimular el diálogo rítmico del niño con su entorno.
  • Favorecer conductas de autodeterminación y creatividad.

Otros aspectos a tomar en cuenta

Ayuda a disminuir la agresividad:

Estudios realizados, han comprobado que la musicoterapia en el autismo, tiene efectos positivos en la conducta de los niños con autismo.

De hecho una investigación publicada en Pertanika Journal, realizada en 10 meses con este tratamiento, aplicándose a 41 niños con autismo, arrojo resultados excelentes en los mismos, ya que se mostró una reducción de inquietud física, agresividad y colapsos emocionales sin motivos aparentes.

Mejorías en la motricidad fina y en la gruesa:

Gracias a la imitación de movimientos y baile realizados en la musicoterapia, son muchos los beneficios en las personas con autismo, ya que se mejora la coordinación de las manos y pies, además se estimula la motricidad fina.

Estimula la comunicación:

La musicoterapia en el autismoayuda a mejorar la comunicación verbal y no verbal, fortaleciendo además las relaciones con otras personas, ya que se trabaja en grupo. Todo esto, gracias a la expresión de sentimientos, ideas y emociones que se realiza con el baile y la música.

Además la musicoterapia en el autismo ayuda a que los niños puedan expresar su mundo interior a través de este arte.

Ayuda a disminuir la ansiedad y movimientos repetitivos:

Debido a la concentración que requiere la musicoterapia en el autismo, y a los movimientos rítmicos propios de la misma, se les permite a los niños con este trastorno reducir las conductas repetitivas.

Todo esto, gracias a que el ritmo de la música hace que las secuencias estereotipadas de los movimientos entren en disonancia y la conducta repetitiva se extinga progresivamente. Además la música ayuda a reducir la ansiedad y mejora el ánimo.

Mejora la percepción:

La musicoterapia en el autismo, también contribuye a estimular la percepción de los sonidos, la vista y el tacto. Gracias a la danza, ayuda a que esta población interactué de un modo distinto con su entorno, mejorando la capacidad de percibir los estímulos.

¿Qué funciones hace un musicoterapeuta?

Por lo que hace a los recursos con los que cuenta un musicoterapeuta a la hora de realizar una intervención musicoterapéutica son:

  • Empleo de patrones musicales (vocalizaciones repetitivas, ritmos de golpear objetos, ecolalias…) para desarrollar música a partir de ellos.
  • Uso de canciones sencillas que ayuden a mejorar la comprensión tanto del mensaje verbal como no verbal.
  • Distracción provista por el estímulo musical que provoca que disminuyan los comportamientos repetitivos gracias a que el cerebro está ocupado procesando la información del estímulo musical.
  • Utilización de improvisaciones rítmicas que permitirán descargar la agresividad y descubrir sonidos creados por ellos mismos.
  • Creación de ritmos con objetos como cuerdas, cintas, bastones…para abordar situaciones de juego, ritmos, escenografía o incluso de teatro.

¿Qué tener en cuenta para plantear musicoterapia?

Sin embargo, antes de diseñar un plan de intervención que incluya técnicas de musicoterapia, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La música es un medio de rehabilitación, nunca el tratamiento definitivo.
  • La música no solo puede relajar, sino que también puede alterar, estresar o provocar desagrado.
  • El terapeuta debe poseer los conocimientos y las técnicas necesarias para utilizar los recursos de la musicoterapia.
  • La música genera distintas reacciones en cada persona, por lo que se debe tener un conocimiento exhaustivo del paciente.
  • La música posee cierto poder tanto a nivel neurológico, físico como emocional, constituyéndose, así como una herramienta más dentro del desarrollo del ser humano.
  • Saber distinguir cuando se emplea sonido con distintas formas, matices o timbres (melodía, armonía, voz, coro, instrumentación. etc.) de cuando éste deja de serlo y se convierte en ruido.

Fuentes recomendadas

Achenbach, T.M. (1991). Manual for the Child Behavior Checklist / 4-18 and 1991 profile. Burlington, VT: University of Vermont.


American Art Therapy Association (AATA). What is art therapy?. Recuperado de http://www.arttherapy.org/upload/whatisarttherapy.pdf

American Psychiatric Association (APA) (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders 5 ed., DSM-V. Washington: American Psychiatric Publishing.


Asperger, H. (1944). Die, Autistischen Psychopathen” im Kindesalter. European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, 117(1), 76-136.
Benenzon, R.O. (2000). Musicoterapia. De la teoría a la práctica. Barcelona: Paidós Ibérica S.A.


Bernardo, T. y Martín, C. (2002). El niño y la niña autistas. En R. Bautista (coord.), Necesidades educativas especiales, 3ª. Ed. Málaga: Aljibe.
Bleuler, E. (1911). Early dementia or group of schizophrenia. Manual of psychiatry.

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Carmona, M.B., Muñoz, L.B., De Andrés, E.G., Biggi, J. F. y Posada-De La Paz, M.P. (2010). Evolución de los estudios sobre autismo en España: publicaciones y redes de coautoría entre 1974 y 2007. Psicothema, 22(2), 242-249.


Decreto 66/2013, de 3 de septiembre, por el que regula la atención individualizada y la orientación educativa y profesional del alumnado en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha (DOCM 6 de septiembre).

www.educa.jccm.es/educacion/cm/educa_jccm/images?idMmedia=189562

Ducourneau, G. (1988). Musicoterapia. La comunicación musical: su función y sus métodos en terapia y reeducación. Madrid: Edaf.


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Frith, U. (1991). Autismo. Hacia una explicación del enigma. Madrid: Alianza Editorial.


Frith, U. (1995). Dyslexia: can we have a shared theorethical framework? Educational and Child Psychology, 12, 6-17.

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