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Creando espacios sensoriales en casa

 Las personas con TEA pueden tener diferencias en la sensibilidad sensorial que pueden afectar su aprendizaje y rendimiento en cualquier contexto de enseñanza, sobre todo ahora que ocupamos parte de esta labor en casa producto de la crisis por coronavirus.

La inquietud, el nerviosismo y los comportamientos compulsivos pueden interferir con los procesos de aprendizaje de nuestros hijos e hijas.

Para ayudar a que se enfoquen y se sientan cómodos en el espacio dedicado al aprendizaje, los padres y las madres podemos crear espacios sensoriales en sus casas que aborden sus necesidades estimulares.

¿Qué son los espacios sensoriales?

Los espacios sensoriales son áreas especialmente diseñadas o adaptadas para que los niños o niñas con TEA puedan usarlos cuando se sienten abrumados por el ambiente donde se encuentran.

En estos espacios tranquilos, los niños pueden trabajar:

Sus necesidades estimulares al participar en actividades sensoriales que les calman o brindan información sensorial específica.


En sus frustraciones causadas por cambios en la rutina o desafíos académicos.


Estrategias de autoregulación

Jugando a ser creativos


Pueden usar estos espacios de dos maneras principales:

  1. Como un espacio privado o área de “tiempo de espera” donde pueden trabajar el control de sus emociones y sistemas sensoriales para evitar colapsos o estallidos.
  2. Como recompensa por buenos comportamientos, acciones o finalización de tareas.

Aquí hay algunos factores que se deben considerar al establecer un espacio sensorial en casa:

Ubicación: los espacios sensoriales generalmente se colocan en áreas tranquilas. Los padres y madres pueden elegir un rincón tranquilo en la casa, libre de desorden y convertirlo en un espacio sensorial.

Muebles: los espacios sensoriales deben estar equipados con muebles y materiales que sean relajantes. Pueden usarse alfombras, cojines suaves, cojines, mantas e incluso bolsas de frijoles para crear un rincón acogedor.

Iluminación y sonido: podemos probar auriculares con cancelación de ruido para bloquear sonidos extraños. O usar cortinas oscuras para reducir la iluminación dentro del espacio o proporcionar gafas de sol si nuestro hijo es hipersensible e los estímulos lumínicos

Elementos: Se puede equipar el espacio sensorial con libros, música relajante, colores y pinturas, artículos sensoriales como juguetes texturizados, hiladores inquietos, arcilla, bolas de compresión, juguetes blandos, limo, bandas terapéuticas y otros equipos sensoriales basados sobre las necesidades de nuestros hijos e hijas

Indicaciones visuales: Se pueden colocar imágenes o carteles de diferentes estrategias relajantes. Estos pueden ser carteles generales o específicos para ajustarlos a las necesidades de cada persona (diseñados en colaboración con el terapeuta ) y pueden servir como señales para ayudar a calmarse independientemente y propiciar la calma

Uso del espacio: Es importante explicar cómo hacer uso del espacio:

A la primera señal de agitación o si se sienten molestos. Se pueden entregar tarjetas de descanso: una tarjeta con la frase “¡Quiero un descanso!”

Los padres y madres pueden especificar la cantidad de veces que se puede usar esta tarjeta en un día en función de las necesidades sensoriales del niño o niña, su nivel de abstracción y la efectividad del tiempo en ese espacio.


Se pueden utilizar estos espacios como recompensas por completar tareas o buenos comportamientos.


Mientras enseñamos en casa, se puede utilizar este espacio para lograr transiciones entre una y otra situación de enseñanza o actividad.


Tiempo: Se puede permitir el uso del espacio durante un período específico de tiempo. Se puede configurar un temporizador para controlar esto. Una vez que el temporizador señala el final del tiempo dispuesto se debe reincorporar al niño o niña a los espacios habituales dependiendo de su grado de autonomía.

Al crear espacios sensoriales, proporcionamos un espacio seguro, positivo y aceptable en el el entorno del hogar para relajarse, controlar la sensorialidad y preservar la estabilidad emocional para un aprendizaje enfocado y productivo en el contexto de nuestra propia casa.

ROGERVAN RUBATTINO ©